Es posible que seamos la generación más criticada por nuestros antecesores.
Aunque tengo ciertas dudas ahora con la generación Z…
Pero bueno, al caso.
Si has nacido entre 1981 y 1994 enhorabuena, eres millennial.
Te has comido la crisis de 2008 justo cuando empezaba nuestra “vida laboral”, por lo que nuestras perspectivas fueron bajando conforme cumplimos años.
Recuerdo estar en el instituto y que nuestros profesores nos vendieran esa idea de que con una carrera o un FP íbamos a ganar una pasta, tener 2 coches y un chalet en la playa.
¿Nos reíamos de los mileuristas eh?
jajajja gran zaska!
Por aquel entonces el que se montaba por su cuenta era un pringao, el que no podía encontrar un trabajo en condiciones o que no “valía” para prepararse una oposición.
Recuerdo que veías por la calle más coches de alta gama que personas.
Por lo menos en Murcia cada día que pasaba montaban una nueva inmobiliaria.
Eran buenos tiempos para la especulación hasta que la burbuja explotó.
Pasamos de la abundancia más absurda y precios inflados a no encontrar trabajo ni en la cafetería de la esquina.
Tu que acabas de terminar tu carrera o tu módulo y te lanzas a buscar trabajo con todas esas ideas en la cabeza de que en pocos años pagarías tu casa y tu coche nuevo de repente te ofrecen 800 euros por freir patatas en un McDonalds y gracias…
Si, hemos crecido con esa mentalidad de escasez.
Y hemos aceptado trabajos de mierda por hacer curriculum.
O llámalo como quieras.
La cuestión es que hemos vivido el auge del smartphone (y del whatsapp)
De las redes sociales.
Hemos crecido con Google y Youtube como maestros.
Y todo esto sin tener un puto duro.
Supervivencia.
Por eso por mucho que nos critiquen nuestros padres y nuestros abuelos porque no hemos vivido una guerra creo que tenemos todas las herramientas para decidir.
Para elegir nuestro futuro.
Para salir más fuertes de una pandemia.
Sabiendo que estamos en el mejor momento de la historia para crear una audiencia gracias a internet y ahora sí, generarnos la riqueza que nos merecemos.
Esa que nos prometieron hace más de 15 años.
Pero ahora no depende de ningún político ni de ningún jefe.
Solo de ti y de lo que quieres hacer con tu tiempo.
Y lo mejor: sin tener que contratar a nadie, a través de crear tu negocio online unipersonal (solopreneur).
Y yo estoy muy agradecido por ello.
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